Monseñor Oscar Arnulfo Romero, defensor de los Derechos Humanos
Al inicio de la película se muestra como el arzobispo mantenía una actitud pasiva frente a los conflictos civiles que mantenía el país, debido a la represión militar. Incluso varios de sus compañeros señalan que él se abstendría de intervenir en la situación, incluso si el país se desmorona por estos conflictos. En las primeras escenas se representa las protestas del pueblo salvadoreño frente a las represiones del gobierno vigente, abogando por un cambio presidencial. El candidato Claramont ofrece un gobierno nuevo, lleno de democracia y seguridad, por lo que obtiene un mayor respaldo electoral que lo posicionan como el nuevo presidente de El Salvador. Sin embargo, durante las elecciones se observa como los militares atacan a un grupo de salvadoreños impidiéndoles el voto, aquí ocurre el primer movimiento de Romero, escoltando a su pueblo hacia sus mesas electorales asegurándose de que puedan ejercer su derecho a la democracia.
Otros sucesos como: El atentado de los militares hacia el pueblo durante la comunión en una plaza, el asesinato de su compañero “Padre Grande” quien únicamente deseaba regresar a profesar la fe en su pueblo de Aguilares, el secuestro de Rafael Zelada, ocasionan que el Monseñor se cuestione si realmente debe mantenerse al margen de la situación como le ha ordenado el presidente o el resto de sus compañeros sacerdotes, ya que, “la iglesia no debe inferir en conflictos políticos” No obstante, la cuestión no residía en la alineación política del arzobispo, él solo quería que las torturas, asesinatos o secuestros que afligía a su pueblo se detuvieran. Por ende, se arriesgó a conversar con los secuestradores de Zelada quienes le dijeron que lo dejarían con vida si se liberaba a los presos políticos. El padre intentó llegar a un acuerdo con el presidente, sin embargo, él le dijo que tales presos no existían.Ahora con el homicidio de Zelada pesando sobre Romero, él ya no estaba dispuesto a callar y mantenerse al margen. Por ello, durante una visita a una iglesia que fue tomada por un grupo de militares, el sacerdote a pesar de las amenazas de muerte, disparos a la eucaristía y expulsión por parte del general militar regresó junto al pueblo dispuesto a recuperar la capilla y así lo hizo. Aquí se desencadena varios sucesos como: el asesinato de otros compañeros sacerdotes, la nota “Se patriota y mata a un cura” y el homicidio de una salvadoreña inocente con la finalidad de alertar a Romero para que se mantenga alejado de los conflictos civiles. Mas el padre no desistió, incluso fue detenido por intentar salvar a un grupo de campesinos que protestaban por un nuevo gobierno, en la cárcel fue testigo de los actos inhumanos de tortura que realizaban los de Guardia Nacional, donde explotó “¡Basta, somos seres humanos!”.
El arzobispo Romero animó a la valentía en su pueblo para que dejaran de callar, para levantar la voz frente a las injusticias y luchar por su libertad, Lastimosamente esto terminó con su vida en 1980, aunque su voz quedó impregnada en el pueblo salvadoreño, quienes siguieron la revolución por la abolición de la represión. Asimismo, nos deja una lección a nosotros, siempre se ha tenido la perspectiva de que la iglesia es de derecha o izquierda, cuando en realidad solo busca el bienestar de su pueblo aun si eso significa implicarse en guerras civiles. Además, nos transmite la noción de la erradicación de injusticias, mediante la lucha unida ante los poderosos que explotan al pueblo.
Bibliografía:
Gómez, O. (2009). Discurso y arquetipo cinematográfico de Óscar Romero en la película “Romero”. Universidad de El Salvador, San Salvador.
Link película: https://youtu.be/UAetYFeD_7E?si=dsZqOnyXlqFRc6Yh